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Una impresión sobre “El psiquiatra y los panqueques recién hervidos”

El psiquiatra le recomendó ponerse el panqueque recién hervido en la cara, donde en otra ocasión iría palta. Digo, en la cara. Pero también para un taco. El que calzaba la mujer. El “de puta”. Que con el taco aplasta un cigarro reducido cuan pene de esquimal. El psiquiatra se lo recomendó porque el cigarro le arrugó la piel... dejándosela como pene de esquimal.

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