Cada neonato que va-al-paraíso se refleja en el piélago que lo deforma, espejo que da a luz a su otro, a su vida y a su muerte; sol hialino de mil agros de morus nigra.
Cada neonato que va-al-paraíso se refleja en el piélago que lo deforma, espejo que da a luz a su otro, a su vida y a su muerte; sol hialino de mil agros de morus nigra.
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