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[1]“Los únicos que han visto lo sagrado del porno son los japoneses, porque censuran las zonas idénticas a una negación total de la interpretación pública, es la esencia del erotismo en cuanto ilegibilidad y conciencia de la prohibición. El porno va más allá que la audiovisualidad, concentrando en prudentes minutos prácticas trascendentales a la vida humana, pues se imita lo visto cuan arrapiezo bailando Yingo pero de manera instantánea, estremeciéndose las células y con el tejido toda la especie, denotando el porno ser contribución a la actitud más noble que exista y que Jesucristo nos ha enseñado: dar la vida por otro. Internet se ha vuelto caos, y por ello paraíso. Toda mujer-imagen deviene al nivel de puta: Christy_Marks.jpeg, tu_amiga.jpeg en el facebook. Cada pixel las anuncia ya desarmadas, arbitrarias, de posible photoshopeo humillante. Nadie se salva. Webcam es presencia y ausencia, intimidad y lejanía. Por los “zooms” se pregunta: ¿porno o normal? Google es una prostituta. Internet es la obscenidad inmediata; “¿qué estás viendo?”; se piensa mal. Google se pospone, no le es fiel a nadie, vive de la miseria de los otros, se le busca para sentir “lo otro”. Google es muerte de Google. Zonas necrológicas a las que Google, a pesar de no mostrar, se rinde. Jamás entro a Google para él mismo. Los dedos ganan. Y suenan húmedos. En el teclado (“¡pensabas que era otra cosa!”). Y aparece una actriz porno, de estrechadísima vagina afeitada, de tetas olímpicas, de rostro celestial (lo que es igual que con “cara de puta limpia”). Pero los que se la follan son siempre los otros. Entonces te grabas follándote a la más maraca con que has andado, esa que es la del mes, y que si hay suerte además de maraca es rica, porque te jactas de andar siempre con mina, pero, en el abismo del alma de los otros, todos opinan que te comes puros wáters. Y es la verdad, y se comprueba cuando empiezas a razonar sobre la otra persona, es decir te empiezas a poner burocrático, método o capricho para cuando las cosas van mal, para solucionar problemas, para protegerse ante la amenaza del absurdo que da asco y no huele bien, que es permanente y anterior a todo lo indigno para sí mismo, porque la primera impresión que te dio es de fealdad y te proteges con razones; y tomamos distancia, tomo distancia y me da dispepsia y diarrea, apareciendo en Google fotos de japonesas que escatológicas me trazan las manchas de mi destino y una ruta de red y también metabólica que es intersección de mis genitales y un monitor que me separa infinitamente de la imagen de una muerta, ya cortada como buena ciudadana, en una compilación de cumshots. Quise hace tiempo hacer una compilación de minas bajándose los calzones porque no he visto niuno. Pero para eso hay que ser indigno. Peor que sin vida. Y eso que huelo mal y estoy enterrado y se me para el gusano por allá abajo. Pero nunca SOPA. Los humanos terminamos siendo eso, lo peor de nosotros mismos.Tomo distancia, mas no leche como los peleles de los comerciales. La leche se la toman ellas, platónicamente, el final aquí y allá, éxtasis místico, se ve y no se está, situación extrapolada sólo formulable por una imposibilidad matemática. SOPA fue el intento de formatear el internet pero sin respaldo. Y tristemente con éxito. Aún no teniendo mayoría de apoyo, se toma como chivo expiatorio al alemán dueño de Megaupload para asustar a todos los otros servidores: se borran programas piratas, porno, conocimiento para desheredados, vulgaridades, música y pedofilia. Un gran formateo para aquello que retenía una memoria privilegiada e infinita, acaso memoria sin memoria. He tratado de encontrar por Google, por ejemplo gráficos del windows 3.1 o ese programa que éste traía, el Iconhearit, cosas retro etc., y poco he hallado. Pero es razonable, pues internet no era lo que hoy. Ahora será “repoblado” o “vegetado”, gracias a Dios, por los mismos usuarios, la voz de internet, esténtor de la muerte. Internet es ImprPant de cada fotograma de la vida; jamás “deber ser” repoblado, pues involuntario es como el exe ajustándose y definiendo su aplicación a cada segundo. Vertedero y urbe en el mismo lugar y sin olor. Empero, fue masacre. Los archivos perdidos definitivamente fueron ya víctimas de guerra. Aunque no bomba de hiroshima. Quizás Chernóbil… por las futuras deformaciones. Pero sí guerra, en la que creo no deseaban los gringos ganar, sino mostrarles, según lógica de sus barrios hediondos, a la gente de internet, “quién es la ley”; sin embargo, desvelamiento del Deseo jamás satisfecho de imperialismo, es castigo a los pobres bárbaros que no nos queda más que robar, ¿y cómo no, si no hay plata? (¿por qué se nos tiene que recordar el pasado junto con los conflictos?). Cabría preguntarse si el alabado –y dudoso- desarrollo de los países se hubiese dado sin los piratas que somos todos. Como le duele a las fuerzas especiales: ¡internet gratuito! Lucha más fría que la guerra fría y que la de los pingüinos. Un ataque directo al fundamento, de apoyo masivo aunque involuntario, de kamikazes invisibles, cada célula nuestra apoya la homeostasis, ¡no podemos dejar de apoyarlos! ¡Justamente por ello la caída de Megaupload es absurda! De esa manera, toneladas de pornografía crenarán como lo hace el semen con toneladas de pornografía. Punzaso a la fraternidad por mor de la individualidad. La pornografía es el inicio aún no pensado de una verdadera sociabilidad con robots. Nos dejan solos sin prostitutas. No lo logran. Flecha hacia la soledad. Distancia tomada ante el tercer mundo, pero jamás alejándose sino limitándonos más en bondage y scat. Scat-jazz. Sax. Sex. Ex: excremento eres, Lamar Smith cuando “ex” ahora son las prostitutas con que alguna vez me pajeé; extruiré mi semen en la cara de tus hijas y excretaré sobre tu esposa, y si tienes un hijo varón, de página gore será. Dilapidaré mi herencia en cintas para 16 mm y lo grabaré; lo subiré a internet y por Youtube pediré plata para recuperar mi herencia y te demostraré que el internet no implica maldad, y aunque así lo fuere no significa la cotidiana y común maldad, la mácula moral o el pecado en conocimiento de mandamiento divino, sino la maldad sin maldad del niño, de la necesidad sin cara porque representa a todas, la innegable; es: documento por necesidad, estando por deseo de este estar, honestamente desoculto, como el hijo que brilla, ofrecido a la masa viva, tan viva que le temes, Lamar Smith, te da asco y te crees muy digno (¡y queremos que la maldad nociva sea!); pero esta es falsa dignidad pues es, precisamente, el asco el constituyente de distancia, y no la identidad; al intento de SOPA por subyugar al tercer mundo, igualarlo a la ley gringa, no se le toma distancia, es decir no se le tiene asco y entonces jamás exaltan su propio Yo los políticos-empresarios gringos, no enaltezco al vértice del pináculo a la soberanía norteamericana porque igualo a los otros a mi, sino que me suicido en ellos, aúnque demore la muerte en llegar, aunque pasen siglos se enfriará la sopa y te dará distonía y quiero ver si el porno no necesitarás para laxar los músculos ante las hordas de furor contenido metafísicamente en la historia, de todo el odio de quien, aún vivo, calla en economía de la destrucción. Igualar, subyugar, es amar, y jamás una arcada. Esto lo enseña el porno. Que las putas finjan no es que no lo hagan, sino que aman aún más el posible actor-espectador. Se fusiona místicamente con el actor y el espectador-participante. Con el primero, así como toda cópula, ensambla una máquina de reproducción, volviéndose uno, puro amor, aún anal como nos lo propuso Sikfuk (también hombre de internet). Que el dinero sea la razón del amor de la actriz hacia el pajero, no le resta ese amor. Si dudamos de la intención de la actriz, entonces nos molestamos y querremos que su intención “concuerde” con su conducta, lo que sería igual a querer subyugarla, por tanto amarla. Pero si el dinero hizo la conexión entre actriz y pajero, eso no quita el amor en esa relación; se necesita de ella y ella del pajero. Incluso la actriz podría estar muerta. En fin, la mano indica la posibilidad que Dios nos dio para ensamblarnos a lo lejano, y sólo Dios porque un joven sin manos no podría hacerlo; la eyección de los espermatozoides comprende colgarse a una lejanía (de hecho uno puede dejar embarazada a una porno, porque las pajas son directamente proporcional al aumento de archivos pornográficos; se sobrepobla el internet y el disco local). El porno está agonizando en estos momentos. El tiempo se descoyunta y bajo la arena, no más búsqueda de XXX alojado en Megaupload, sino “arqueología”. El progreso es provisorio y retráctil. Existe un lugar donde el tiempo aún se retiene, como mirar con un telescopio una escena pasada desde una estrella lejana hacia la tierra. Los DNS, así como la luz, viajan inmortales en estelas de sonoros pixeles como puzzles jamás armados como sarcómeros desnortados como miembros eréctiles como plató pornográfico como pieza de motel como baño de barriada como feria de sábado en la mañana como vieja que vende verdura al lado de un guatón pajero que vende cds pirata en la feria”.

[1]Extracto de otra weá que escribí una vez a la que le puse "LUMEN".

J.P.A.G.

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