HISTORIAS DRAMATICAS Y LITERANTES

El Ayuntamiento Ajeno

El otro dia iba caminando como si nada y me encuentro con un perro que me
miraba con cara tierna.
Me acerqué a acariciarlo y de pronto empiezan a sonar las sirenas.
En un momento me doy cuenta que estaba rodeado de policias , e investigadores
que me estaban apuntando con unas pistolas y metralletas.
Por el susto, no me di cuenta realmente lo que estaba pasando.
por un momento perdí la nocion de tiempo y espacio.
Los oficiales me piden que guarde la calma y que baje la arma.
La verdad de las cosas no sabia realmente de lo que estaban hablando.
Quedé perplejo ante este ataque acia mi persona.
No podia pensar con claridad si realmente era a mi quien me señalaban.
Y una vez más, el policia nuevamente dirije acia mi el anuncio.
Miraba para todos lados para ver si lo que estaba pasando era realmente verdad.
La gente miraba asustada, y una señora le tapaba los ojos a su hija, y algunos corrian, otros
grababan, y yo aun no me daba cuenta de lo que estaba aciendo.
Fue todo tan repentino, las luces se me ponian en la cara como lapas y no podia
concentrarme.
Al ver más movimiento de los oficiales apuntandome, preferí quedarme quieto y sin hacer nada.
Pasaron unos segundos y algunos oficiales comenzaron a retroceder como si alguien los estuviera apuntando, como amenazandolos. Yo la verdad entré en pánico, no sabia lo que ellos estaban mirando realmente acia mi.
En un momento, me acuerdo que lo unico que tenia cerca mio era el perro.
Mira hacia abajo y me doy cuenta que el perro no era precisamente un perro, mas bien
era una bomba.
¿Cómo pasó esto tan rápido? ¿ o Acaso no me di cuenta que eso era una bomba?
¿Porqué estaba en esa situacion tan extraña? Me preguntaba acia dentro.
Todo se estaba volviendo tenso, nadie se movia del miedo.
No sabia que hacer.
De pronto, entre la gente, aparece un payaso, tambien mirandome, y con mucha atención.
En un momento, el payaso se acercaba lentamente entre la gente y llegó a donde yo estaba.
Y me quedaba mirando fijamente a la cara con una seriedad.
Podia notar que detrás del maquillaje la persona estaba completamente seria, pero a la vez tranquila.
No se produjo ningun sonido, todo estaba concentrado en este personaje.
Se agachó, tomó la bomba y la puso debajo de su brazo derecho. Y con la mano izquierda, se sacó su sombrero y me pidió disculpas, a los pocos segundos, el payaso se retiró de allí dirigiendose hacia el mismo camino que habia tomado y desaparecio.
Me doy cuenta, que ya a mi alrededor no estaban los policias armados ni la gente preocupada,
todo estaba en calma, como si no hubiera pasado nada.